Carnegie Mellon University

El desarrollo del género de detectives en México

(The Development of the Detective Genre in Mexico)

Jiwon Ban
Carnegie Mellon University - Hispanic Studies

Las tres características importantes que representan el desarrollo de las obras de detective en México

Al principio del desarrollo de las obras policiales en México, el progreso fue "lento y esporádico”, pero no inexistente (Simpson, 82). Mientras que la ficción criminal no era bien conocida, fue utilizada por los escritores como una forma de diversión y para describir la sociedad mexicana en una manera satírica (Dempko). Simpson menciona que hay una característica común que se ve en la mayoría de los textos de detectives mexicanos: la orientación nacional. Este concepto se define como "el uso de modelos de detectives para expresar y explorar las culturas y los problemas nacionales" (82). En un país plagado de injusticia institucional, corrupción y desconfianza para los funcionarios nacionales, los crímenes retratados dentro del género son frecuentemente contra la ley, pero con razón. Es una manera que permite a los escritores y lectores sentir una sensación de victoria con respecto a las injusticias que han presenciado personalmente en sus propias comunidades y sociedad. Además de la orientación nacional, existía el uso de la parodia implícita y la sátira en los cuentos para hacer el género como un "servicio terapéutico" psicológico (85). En lugar de criticar explícitamente a las agencias, aunque numerosas novelas hicieron exactamente eso, la mayoría de los autores eligieron enviar el mensaje usando sátira y parodia (88). Esto no sólo ayudó al género a ser más ligero y más agradable, pero lo más importante, permitió a los autores representar las injusticias de una manera comprensible. Otra característica conocida en la ficción de detectives era que los cuentos "avanzaban con el fin de recuperar el pasado", lo que significa que muchos cuentos empezaron ser vagos y luego se desarrollaron para revelar la verdad y la justificación detrás del crimen (90). Muchos autores revelarían detalles sobre el crimen, el perpetrador y el detective de una manera creativa, permitiendo a los lectores ser parte del misterio y hacer conjeturas sobre el fin. Era importante que la escritura de detectives hiciera esto para que hubiera una sensación de suspenso e incertidumbre con respecto a los motivos del crimen y el propósito del cuento. En los primeros tiempos, el género podría ser considerado como literatura baja por los críticos; a pesar de todo, se convirtió en una salida importante para la gente de México para sentir fuerte y poderosa, especialmente mientras se luchaba contra las injusticias traídas por la clase alta y el gobierno.

Con la consideración de las tres características comunes de la ficción de detective convencional en México, este documento analiza tres textos de tres diferentes autores y su contribución al desarrollo del género. Los tres cuentos son muy únicos a su manera; sin embargo, también comparten similitudes que son sólo pertinentes a las obras policíacas de México. El documento describirá como los autores incorporan las tres características; específicamente, analizará el rol de la orientación nacional, la sátira/parodia, y la secuencia de cómo se desarrolla la trama en los cuentos "La clave literaria" de María Elvira Bermúdez, "Lo mejor de Acerina" de Luis Arturo Ramos, y "Los maravillosos olores de la vida" de Paco Ignacio Taibo II.

"La clave literaria" de María Elvira Bermúdez es un cuento sobre un periodista mexicano y su capacidad para resolver homicidios. El cuento comienza con Armando H. Zozaya, un periodista itinerante en un hotel, y sus conversaciones con Don Fermín, el dueño español. Una de las similitudes con las que los dos son capaces de conectarse es su amor por las novelas policiacas. Zozaya menciona cómo ayudó a descubrir dos homicidios, presagiando su rol en este texto. Como era de esperar, Don Fermín ha sido apuñalado y asesinado la próxima mañana. El investigador dice que los dos culpables probables son su enemigos, Cabrales o Galindo, pero el momento que Armando examina la escena del crimen él mismo, nota pistas que han sido fallado por el detective. Inicialmente, recordando cómo escuchó una especie de conversación ruidosa y enojada la noche anterior, él cree que fue un altercado que empeoró de una discusión con su hermano. Sin embargo, mientras observa más de cerca las heridas, se da cuenta de que la herida de puñalada ocurrió de izquierda a derecha, sugiriendo un zurdo. Después de una conversación con Tiburcio, el ayudante que había perdido su brazo derecho debido a una infección y soportó la explotación de Don Fermín, concluye con éxito que él es el culpable (139).

Este cuento ejemplifica perfectamente los tres elementos convencionales que se muestran en la ficción policíaca mexicana. Hay un sentido de orientación nacional, que es explicado por la representación de problemas en el país, específicamente cómo ocurrieron homicidios comunes y cómo los funcionarios eran incompetentes en el trabajo. Debido a que no era una ocurrencia común para las personas buscar venganza contra otros en las comunidades, el detective asumió hechos y no trató de buscar más pistas. Además, el cuento es muy satírico. El hecho de que un periodista sea capaz de resolver el crimen más rápido y con mayor precisión que el propio detective muestra una inmensa ironía y críticas hacia las agencias en las que se supone que los ciudadanos confían. Por último, el texto se desarrolla de una manera en la que los lectores lentamente consiguen unir los puntos a medida que el cuento se desarrolla, a pesar de que algunos detalles no tenían sentido en el momento. Al hacerlo, María Elvira Bermúdez escribe un gran cuento que sorprende a los lectores con un giro argumental de quién es el criminal.

El cuento de "Lo mejor de Acerina" de Luis Arturo Ramos es único y estilísticamente muy diferente de la escritura de Bermúdez. La escena comienza con un hombre, el Vale, que está comprando entradas para el 25 aniversario del Salón Cumbayá y también esperando a que su jefe llegue. Hay una mención de un personaje referido como el Otro, que sale del taxi con las mujeres y caminando en el salón. Se asume que Montalvo, su jefe, lo contrató para matar a un hombre descrito usando un sombrero. Una vez reunido con Montalvo, se le dice que espere una señal y actúe de forma natural; para el Vale, esta era una oportunidad para emborracharse. Poco después, el narrador menciona a un hombre llamado el Vigilado, que lleva un sombrero, similar a el Otro. (Ramos, 148-149) A esto, el Vale se está confundiendo entre las dos personas como resultado de su borrachera. En este punto, es un asunto de esperar hasta que recibe la señal; se da cuenta de que su jefe habla con el otro con gestos de la mano, pero está borracho y no puede entender si esa es la señal. El narrador entonces cambia de enfoque en el Vigilado y cuenta cómo el Vale se acerca a él y le dispara con una pistola. (154)

Luis Arturo Ramos, uno de los escritores más populares de México, despliega este texto de detectives de una manera muy diferente. Para explicarlo, hay pistas sutiles a lo largo del cuento que apuntan a quién se le ordena matar a el Vale; sin embargo, no es hasta el final del texto que esto es claro. Aunque el otro es el que Montalvo señala, el narrador menciona el Vigilado- una traducción literal que indica que es el narrador del cuento, alguien que está observando los acontecimientos. Esto no es explícitamente expresado por Ramos. En su lugar, los lectores deben adivinar los detalles, una acción que es muy similar al trabajo de detective. En otras palabras, a diferencia del cuento anterior, este trabajo requiere que los lectores desempeñen el papel de detective en lugar de tener tal carácter. Además, la obra es diferente en que el mensaje es muy sencillo sin eufemismo ni sátira. Sin embargo, no debe confundirse que este texto es completamente poco convencional. El autor incorpora el tema de la orientación nacional para retratar los eventos comunes de México. El texto sugiere una experiencia que no era rara para los mexicanos en este tiempo, porque había mucha desreglamentación y caos en el país.

La obra de "Los maravillosos olores de la vida" de Paco Ignacio Taibo II se desarrolla dentro de seis breves secciones, y cada capítulo explica las posiciones de los diferentes personajes. El cuento es sobre un hombre llamado Marcial, un policía judicial federal, que está atormentado porque se da cuenta de un olor horrible de una persona muerta que viene de sus manos, que curiosamente, sólo él es capaz de oler. Una pista crítica a la razón de este olor se menciona al principio del cuento; el narrador menciona que no impone las reglas de manera justa, y como resultado de eso, le disparó a un ranchero en la cara. Con poca sorpresa, los capítulos siguientes revelan que tiene muy poco respeto por otras personas porque había matado a decenas de personas antes y no sintió remordimiento (Taibo, 88). La maldición del olor es explicada por una bruja llamada Helena. A petición de el Enano, un obrero que se encuentra con Marcial a menudo, ella lanza un hechizo para que las manos de Marcial huelan como los muertos. Al fin, el personaje tiene un altercado y mata alguien otra vez. Luego abandona la escena, nota que el olor es aún peor, y se suicida cortando su mano con un machete (89). Graciosamente, el cuento termina con el jefe de policía y cómo sus manos también empiezan a oler mal. Se insinúa que el olor se debe a su respuesta al matar la vida de otras personas con la justificación de que es el jefe de policía.

La obra de Paco Ignacio Taibo II es similar a "La clave literaria" porque incorpora los tres componentes de la ficción de detective convencional. "Los maravillosos olores de la vida" se basa fuertemente en la injusticia institucional y el abuso de poder, dos grandes características de la orientación nacional. La obra se concentra en los crímenes de Marcial y su puesto del agento federal. Sin embargo, con un sistema de corrupción, él cree que su poder le da el derecho de matar sin remordimiento. Con el uso de la sátira y la parodia, se le da un castigo bastante tonto: que sus manos huelan como cadáveres. El castigo les da a los lectores una sensación de triunfo y justicia, especialmente porque la maldición es continuada por un alto funcionario de rango. Incluso el título en sí es muy satírico; es un olor desagradable para Marcial, pero muy maravilloso para que los lectores vean al personaje recibir lo que se merece. Este es un sentimiento que muchas personas llevaron contra miembros de agencias corruptas, como el Departamento de policía, por lo que hay una sensación de alivio y victoria que resulta de este relato corto (Demko).

Estas tres obras son muy representativas de los diferentes estilos y opciones en el crimen que contribuyeron al desarrollo de la ficción criminal en México. Después de analizar los tres textos, es muy claro cuán importante e impactante podría haber sido este tipo de literatura para la mayoría de los lectores que experimentaron injusticias de la sociedad. La primera de las tres características convencionales del género es la orientación nacional, que capta las injusticias sociales, políticas y económicas incrustadas en el país. En segundo lugar, el uso de la sátira, la ironía y la parodia, lo que hace que la literatura sea más cautivadora y críptica. En tercer lugar, la secuencia temporal de cómo se presenta el misterio y, finalmente, se resuelve, lo cual es muy importante para hacer que el género sea lleno de suspenso y placentero. No es para decir que hay otras características de la ficción criminal convencional o que los autores eligen desviarse de la norma. Sin embargo, estas tres características han sido muy importantes en el desarrollo de la literatura de los detectives en México, y por lo tanto deben destacarse por separado.

Bibliografía
Bermúdez, María E. “La clave literaria”. El que la hace… ¿La paga?: Cuentos policíacos
latinoamericanos, editado por Torres, Vicente F., CIDCLI, 2006, pp. 128-142.

Demko, G.J. Landscapes of Crimes. Dartmouth University. www.dartmouth.edu/~gjdemko/mexico.htm. Consultado el 19 de abril 2019.

Ramos, Luis Arturo. “Lo mejor de Acerina”. El que la hace… ¿La paga?: Cuentos policíacos
latinoamericanos, editado por Vicente F. Torres, CIDCLI, 2006, pp. 144-160.

Simpson, Amelia S. Detective Fiction from Latin America, Associated University Presses, Inc.,
1990, pp. 82-96.

Taibo II, Paco Ignacio. “Los maravillosos olores de la vida”. Cuentos policíacos: tinta y pólvora,
editado por Paletta, Viviana, y Javier Sáez de Ibarra, Colección Narrativa Breve, 2005, pp. 81-91.