Carnegie Mellon University

Program for Deliberative Democracy

Department of Philosophy

En 2013, la Ciudad de Pittsburgh fue anfitrión de una serie de talleres y eventos culturales para una delegación cubana que estaba de visita, miembros de la cual querían establecer una línea de comunicación con personas que trabajaban para hacer de Cuba un país más democrático y, entre otros, los de nuestra área que trabajaban hacia la meta de hacer de nuestra democracia local aun más democrática. Entre los que influyeron en que se pudiera traer a este grupo acá estuvo Juan Antonio Alvarado, editor jefe de la revista IDENTIDADES, y Kenya Dworkin de Carnegie Mellon.

Los participantes—todos miembros de distintas organizaciones cívicas independientemente creadas en Cuba—entre ellos Manuel Cuesta Morúa, historiador y politólogo que llegó a ver en la democracia deliberativa la llave a la posibilidad de crear el tipo de discurso y participación civil necesaria para superar décadas de resignación y desespero en la población de la isla, sobre todo en las comunidades afrodescendientes. Al paso de los años subsiguientes, más talleres—en Puerto Rico, Miami y Washington, D.C.—fueron acompañados de publicaciones, artículos en nuevas revistas tanto en inglés como en español, y también iniciativas sobre terreno—todas con la meta de promover la comprensión de los principios de la democracia deliberativa y la implementación práctica de los mismos en el contexto vivido de la historia cubana y de la sociedad contemporánea.

Como resultado de estos esfuerzos, Cuesta Morúa y sus colegas crearon una serie de “foros deliberativos” cubanos (con el nombre de Mesas de Iniciativa Constitucional) a lo largo y ancho de toda la isla. Muchos de estos foros tomaron lugar por todo el país durante la década del 2010 y fueron exitosos en la manera que demostraron que sí era posible una participación ciudadana meditada, informada y comprometida.

Hoy día consideramos que iniciativas constituyen una historia reprimida de la democracia deliberativa cubana descrita de forma optimista por José Hugo Fernández en  IDENTIDADES 3: 9

Tristemente, la sociedad cubana sigue tirante y estancada, aunque con suerte las condiciones pasarán a otro estado más allá de su condición actual y podrá resurgir el trabajo de Cuesta Morúa y muchos más.